Muchas veces me he preguntado cómo puede haber tan solo una persona que sea capaz de maltratar a otra persona y menos aún a una “persona mayor”, cómo es posible que se pueda maltratar a esa mujer que te dio la vida, que te ha cuidado y que siempre ha querido lo mejor para ti; o a ese hombre que se ha sacrificado toda la vida trabajando para que no te faltase de nada; o a esos abuelos que te han dado tantas meriendas, tantos paseos, tantas cosas.
Después de pensar mucho y de investigar un poco en el tema la conclusión a la que he llegado es que el maltrato a “nuestros mayores” sucede porque se están perdiendo muchos de los valores, que precisamente nos inculcaron ellos cuando éramos pequeños, y porque nuestra “nueva cultura” piensa que lo viejo es inservible e inútil. De una manera u otra los viejos son un estorbo para la gente joven, una carga que hay que llevar, además de una familia que sostener.
Por todo esto, muchas veces son abandonados en su propio domicilio o enviados a otros lugares: residencias, centros de día…, si hay presupuesto, a casa de otros parientes, o donde se pueda siempre que nos deshagamos de ellos, en un momento en que necesitan nuestro apoyo y asistencia.
Pero aquí no acaba el maltrato, en la actualidad, época de crisis como todos sabemos, han aumentado los abusos financieros, que consisten en adueñarse del dinero y los bienes de nuestros mayores sin su autorización o aprovechándose de su falta de capacidad mental.
Muchas personas que realizan este maltrato piensan que estas personas no son conscientes de estos maltratos porque son viejos o no tienen sus capacidades totales, pero hay muchas personas que si son conscientes y por eso lo único que dicen es que son un estorbo o que se quieren morir.
Me gustaría que os hicierais estas preguntas: “¿cómo os gustaría que os cuidaran cuando fuerais mayores? ¿Qué esperáis de vuestros hijos cuando vosotros seáis mayores y los necesitéis?” Y que la respondieseis con franqueza. Yo ya me las he hecho y por supuesto que me gustaría estar en mi casa, arropada por mis hijos y mi familia y me gustaría que me trataran con todo el respeto y el cariño que ahora yo les estoy dando.
RECUERDA QUE LA VIDA ES UN CÍRCULO, QUE MAÑANA TÚ TAMBIÉN SERÁS MAYOR. ASÍ QUE LO QUE NO TE GUSTARÍA QUE TE HICIERAN A TI NO LO HAGAS TU HOY.
Os dejamos el decálogo de los principios fundamentales para combatir el maltrato a los Mayores:
- Dignidad. Tratar con respeto.
- Inclusión social. Evitar aislamientos y soledad.
- Atención inmediata ante lesiones,abusos, reclusiones Y negligencias.
- Personalizar su entorno. Adecuar el espacio para garantizar la independencia de las personas.
- Responder al deseo de satisfacer sus necesidades de higiene.
- Calidad de comida, adecuada a sus gustos y sus necesidades.
- Respetar su intimidad.
- Favorecer el mantenimiento o recuperación del máximo grado de autonomía.
- Ayudas técnicas para facilitar la movilización, la higiene y vestirse.
- Implicar a las familiares en el cuidado y tomar decisiones compartidas.